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domingo, 2 de agosto de 2015

LOS GIRASOLES


LOS GIRASOLES ya están preciosos.

Todos sabemos que los girasoles giran y siguen al Sol.
Pero  no siguen al Sol a lo largo de toda su vida sino que  sólo lo hacen cuando son jóvenes.
Cuando los girasoles alcanzan la madurez,
quedan fijos en dirección al Este (por donde sale el sol).
Cuando llega la oscuridad de la noche los girasoles se inclinan 
y al volver la luz del sol se vuelven a erguir.

Los girasoles son plantas que poseen un fototropismo positivo, 
significa que “se sienten atraídos” por la luz del sol.

No son los únicos que tienen esta 
“habilidad” de orientarse con respecto al sol, 
sino que las plantas heliotrópicas también son capaces.

Los girasoles justo por debajo de la flor poseen lo que se conoce como pulvinus, 
un conjunto de  células motoras  encargadas de hacerlo girar,
ya sean extendiéndose o encogiéndose con respecto a la posición del sol.

Esto lo realizan gracias a cambios en los gradientes de potencial osmótico de las células motoras, 
alterando la concentración de iones potasio en el interior de la célula van a controlar la entrada 
y salida de agua, aumentando o disminuyendo la turgencia 
y por lo tanto extendiendo o encogiendo las células.

Estas plantas responden no a la luz en general, sino a la luz azul.
Si se tapa un girasol con una cubierta transparente al rojo 
y opaca al azul veréis que el girasol no se moverá cuando salga el sol y por el contrario, 
si es opaco al rojo y transparente al azul, el girasol se moverá de forma normal.

Una última curiosidad es que la disposición de las semillas en los girasoles 
no están hechas de forma azarosa, sino que siguen un patrón matemático.
Esta disposición está relacionada con Fibonacci y el número áureo.